
Tercero Sur. Liceo Mexicano Japonés. Secudaria.
Al leer los siguientes capítulos del libro se hace una especial importancia al honor y a lo que los mexicas consideran la más grande labor: la guerra. Durante la huida de los españoles valientemente se enfrentan a ellos, muchos españoles son derrotados; yo considero que la manera de ver a la guerra era para defender y buscar la integridad de su sociedad, todos cooperaban y se sacrificaban para ella. Cuetzapalómitl (personaje central de la novela) mató a varios de los españoles con la macana de su hermano. Al verlos huir, los pobladores recuperaron la confianza y se acrecentó su unión. Además la situación y la mejor estabilidad fueron sus pilares para iniciar una nueva etapa en la guerra, hasta coronar a un nuevo gobernante: Cuitláhuac.
La nueva decisión de los españoles de rodear a los mexicas, tomó a estos últimos por sorpresa, no podían siquiera beber agua de estos ríos. La reunión celebrada por los mexicas en respuesta fue la primera a la que Cuetzapalómitl asistió. En ella se originó un gran debate sobre ir a la guerra como lo decían los jóvenes o rendirse, como lo decían los ancianos sabios del barrio, quienes consideraban que los mexicas ya habían sido vencidos por los españoles. El desafío por parte de los guerreros fue, en mi opinión, algo totalmente nuevo, que reflejaba la difícil situación en la que se hallaban. Pero al final, como lo cuenta Cuetzapalómitl, el imperio mexica ya había llegado a su fin.
La determinación de los jóvenes guerreros fue algo precipitada, no escucharon a los sabios y no pensaron en las consecuencias de sus actos. Se fueron más hacia su orgullo que a la razón y se olvidaron de las fiestas que realizaban en honor a sus dioses, (razón por la cual posteriormente creyeron haber perdido la batalla). Sin embargo por esto último se dieron cuenta de que aún descuidando a sus dioses nada cambiaba, ni para bien ni para mal. Se prepararon mucho pero cada los españoles siempre iban un paso adelante, cuando una mañana los enfrentaron en barcos perdieron por una diferencia abismal y los españoles lograron entrar a la ciudad. Cuetzapalómitl se salvó por poco.
Sin embargo no se rindieron y continuaron con las albarradas logrando con mucho esfuerzo hacer retroceder a sus enemigos. Capturaron a varios de ellos y los sacrificaron, ya que seguían con esa tradición los comieron. Continuaron a pesar de recibir insultos por parte de los otros pueblos aledaños. Yo considero que los españoles entraron a Tenochtitlán no sólo por su fuerza, sino gracias a la ayuda de los pueblos enemigos de los mexicas. El daño que le hicieron a los habitantes y a la ciudad fue terrible, con actos crueles e inhumanos que acabaron con los vestigios de una rica cultura, obligando a cientos de familias a huir a Tlatelolco. Cuetzapalómitl se llevó La Biblia que había encontrado, los guerreros estaban desolados ya que habían destruido todo su barrio y ahora necesitaban el apoyo de los de Tlatelolco, quienes a pesar de permitirles construir la albarrada no querían apoyarlos más.
La decisión de dejarlos de Cuauhtémoc de dejar pasar a los españoles, considero que era para que sucediera lo que tenía que suceder, y no tanto para atacarlos por sorpresa, como lo hicieron los guerreros. Los mexicas atacaron a los españoles por sorpresa en barcas. Durante esta batalla el hermano de Cuetzapalómitl murió, después de la celebración de aquella noche Cuetzapalómitl quería avisar a sus familiares la noticia, pero no los encontró.
La desolación obligó a Cuetzapalómitl a vivir entre las lagartijas, a comerlas. No encontraba a ninguno de sus familiares. Así pasó mucho tiempo. La gente también vivía muy mal sin nada para comer ni beber, con muchos familiares muertos. Cuando Cuetzapalómitl encontró a su padre los españoles se estaban preparando para usar en contra de ellos una catapulta con rocas, sin embargo no funcionó. Muchas de las personas mexicas deseaban haber muerto.
Los mexicas nunca se rindieron, sólo buscaban oportunidades de recuperarse ante la precaria situación. Las familias se refugiaban en pueblos cercanos, salían por los ríos, pero muchos morían en el trayecto y las mujeres eran hechas prisioneras. Cuetzapalómitl y su familia salieron cruzando el río con una barca y otra pequeña familia. Se quedaron unos cuantos días en la casa de su tía y cuando regresaron a su barrio todo era muy diferente.
Cuetzapalómitl narra en el último capítulo la vida con los españoles, los trabajos que tenían que realizar, como no tenían comida, la nueva religión, las epidemias, la muerte de su padre y su nueva vida. Como la de muchos mexicas que vivían con los españoles en el centro de su ciudad. El inicio de una nueva era y como anhelaba su antigua vida.
El libro es muy interesante, aprendes mucho y de verdad refleja una parte de nuestra historia como un cuento, aunque todo esto haya sido verdadero y muy duro.
La nueva decisión de los españoles de rodear a los mexicas, tomó a estos últimos por sorpresa, no podían siquiera beber agua de estos ríos. La reunión celebrada por los mexicas en respuesta fue la primera a la que Cuetzapalómitl asistió. En ella se originó un gran debate sobre ir a la guerra como lo decían los jóvenes o rendirse, como lo decían los ancianos sabios del barrio, quienes consideraban que los mexicas ya habían sido vencidos por los españoles. El desafío por parte de los guerreros fue, en mi opinión, algo totalmente nuevo, que reflejaba la difícil situación en la que se hallaban. Pero al final, como lo cuenta Cuetzapalómitl, el imperio mexica ya había llegado a su fin.
La determinación de los jóvenes guerreros fue algo precipitada, no escucharon a los sabios y no pensaron en las consecuencias de sus actos. Se fueron más hacia su orgullo que a la razón y se olvidaron de las fiestas que realizaban en honor a sus dioses, (razón por la cual posteriormente creyeron haber perdido la batalla). Sin embargo por esto último se dieron cuenta de que aún descuidando a sus dioses nada cambiaba, ni para bien ni para mal. Se prepararon mucho pero cada los españoles siempre iban un paso adelante, cuando una mañana los enfrentaron en barcos perdieron por una diferencia abismal y los españoles lograron entrar a la ciudad. Cuetzapalómitl se salvó por poco.
Sin embargo no se rindieron y continuaron con las albarradas logrando con mucho esfuerzo hacer retroceder a sus enemigos. Capturaron a varios de ellos y los sacrificaron, ya que seguían con esa tradición los comieron. Continuaron a pesar de recibir insultos por parte de los otros pueblos aledaños. Yo considero que los españoles entraron a Tenochtitlán no sólo por su fuerza, sino gracias a la ayuda de los pueblos enemigos de los mexicas. El daño que le hicieron a los habitantes y a la ciudad fue terrible, con actos crueles e inhumanos que acabaron con los vestigios de una rica cultura, obligando a cientos de familias a huir a Tlatelolco. Cuetzapalómitl se llevó La Biblia que había encontrado, los guerreros estaban desolados ya que habían destruido todo su barrio y ahora necesitaban el apoyo de los de Tlatelolco, quienes a pesar de permitirles construir la albarrada no querían apoyarlos más.
La decisión de dejarlos de Cuauhtémoc de dejar pasar a los españoles, considero que era para que sucediera lo que tenía que suceder, y no tanto para atacarlos por sorpresa, como lo hicieron los guerreros. Los mexicas atacaron a los españoles por sorpresa en barcas. Durante esta batalla el hermano de Cuetzapalómitl murió, después de la celebración de aquella noche Cuetzapalómitl quería avisar a sus familiares la noticia, pero no los encontró.
La desolación obligó a Cuetzapalómitl a vivir entre las lagartijas, a comerlas. No encontraba a ninguno de sus familiares. Así pasó mucho tiempo. La gente también vivía muy mal sin nada para comer ni beber, con muchos familiares muertos. Cuando Cuetzapalómitl encontró a su padre los españoles se estaban preparando para usar en contra de ellos una catapulta con rocas, sin embargo no funcionó. Muchas de las personas mexicas deseaban haber muerto.
Los mexicas nunca se rindieron, sólo buscaban oportunidades de recuperarse ante la precaria situación. Las familias se refugiaban en pueblos cercanos, salían por los ríos, pero muchos morían en el trayecto y las mujeres eran hechas prisioneras. Cuetzapalómitl y su familia salieron cruzando el río con una barca y otra pequeña familia. Se quedaron unos cuantos días en la casa de su tía y cuando regresaron a su barrio todo era muy diferente.
Cuetzapalómitl narra en el último capítulo la vida con los españoles, los trabajos que tenían que realizar, como no tenían comida, la nueva religión, las epidemias, la muerte de su padre y su nueva vida. Como la de muchos mexicas que vivían con los españoles en el centro de su ciudad. El inicio de una nueva era y como anhelaba su antigua vida.
El libro es muy interesante, aprendes mucho y de verdad refleja una parte de nuestra historia como un cuento, aunque todo esto haya sido verdadero y muy duro.